Se necesitan tres cosas para escribir una novela: emoción, disciplina y habilidad.
En esta guía vas a encontrar consejos importantes y los pasos necesarios para convertir esa historia que llevas dentro en una obra literaria completa.
Emoción: ¿Por qué quieres escribir una novela?
Para empezar, debes saber que la emoción es primordial.
Si escribir una novela no te inspira, lo más probable es que no la termines. Y lo que es más importante:
Si no escribes con emoción, tus lectores tampoco se emocionarán.
Una novela nos ayuda a comprender nuestra propia vida y la de otras personas. Por eso es fundamental tratar en profundidad cómo se sienten los personajes y cómo reaccionan a esos sentimientos.
En resumen, escribir una novela es transmitir emociones a través de las historias de los personajes.
Para potenciar ese sentimiento de pasión por tu propia aventura literaria, necesitas centrarte especialmente en tres cosas: en la idea de la historia, en los personajes y en tu propio objetivo como novelista.
Vamos a tratar estos aspectos más detalladamente:
Emociónate con la idea de tu historia
¿Sobre qué trata tu novela?
Si tu respuesta es algo parecido a «sobre la vida de un hombre que trabaja en una tienda de ropa», bueno, pues… mejor no empieces a escribirla.
A esa respuesta le falta emoción. ¿Qué más da que sea un hombre o si trabaja en una tienda de ropa? Falta, como mínimo, el porqué.
Por lo tanto, una respuesta más adecuada como idea de historia sería:
«Mi novela trata sobre la vida de un hombre que trabaja en una tienda de ropa no porque necesite el dinero, sino porque está enamorado de su jefa.»
Como ves, ahí la cosa cambia. Despierta la curiosidad porque no sabemos si su jefa también está enamorada de él, si acabarán siendo pareja, o incluso si lo echarán de la empresa.
Si necesitas inspiración, puedes visitar nuestro artículo con ideas para escribir una novela.
En definitiva: si tu idea principal para escribir una novela muestra algún sentimiento, es más probable que ganes la atención de los lectores y empiecen a leer tu historia. Además, tú también tendrás más ganas de escribirla y vivirla.
Construye personajes cautivadores
Ok, esto es imprescindible.
Los personajes principales deben tener alguna característica con las que los lectores se puedan identificar.
Aquí las emociones juegan un papel crucial otra vez.
Tu protagonista puede ser un extraterrestre que vive en un planeta totalmente inventado, pero si tiene emociones humanas, entonces ya podemos empatizar con él.
Esa es la clave: que la persona que lea tu historia pueda empatizar y conectar con los personajes más importantes de tu novela.
Fíjate en este ejemplo:
«Héctor está a punto de ser padre. Era la única persona que trabajaba en su casa, pero el mes pasado le despidieron. Se ha pasado las últimas semanas buscando otro empleo, pero no ha tenido respuesta de ninguna empresa. Está desesperado, pero no piensa rendirse. Héctor va a hacer cualquier cosa para conseguir el dinero que su familia necesita.»
Este párrafo nos presenta brevemente la situación de Héctor. En ella encontramos algunas características que generan emoción, como la desesperación y el coraje que Héctor siente.
Aunque no hayamos vivido lo mismo, todos hemos afrontado situaciones de urgencia y sabemos qué es la valentía, por lo que podemos identificarnos en mayor o menor medida con este personaje.
No solo el personaje protagonista debe tener rasgos identificativos. Cada personaje principal debería actuar de una manera distinguida que lo defina y lo haga único.
Un pequeño truco es poner un adjetivo con el nombre del personaje: Héctor, el valiente. Anselmo, el melancólico. Helena, la preocupada.
Eso no significa que tenga Héctor tenga que ser valiente durante toda la historia ni que Helena siempre tenga que estar preocupada, no.
Es solo para guiarte y ayudarte a describir a tus personajes en las escenas que aparecen, y para facilitar que los lectores los conozcan y los recuerden con más precisión.
Crea tu visión como novelista
¿Sabes esos momentos de bajón en los que no tienes ganas de nada, y mucho menos de escribir una novela?
Todos somos humanos. No podemos estar 100% emocionados todo el tiempo.
Pero escribir nos puede ayudar a recordar y sentir esa emoción otra vez.
Escribimos para saborear la vida dos veces: en el momento y en retrospección.
Anaïs Nin
Tener tu propia visión como novelista sirve para motivarte.
De hecho, «motivación» viene de «motivo», por lo que recordar por qué decidiste escribir una novela te permitirá retomar tus sesiones de escritura.
¿Qué es lo que quieres conseguir con tu novela?
A lo mejor lo que quieres es sentir cómo otras personas se emocionan con tu historia. Quizá te visualices firmando libros, recibiendo un mensaje de gratitud de algún lector o ganando dinero.
Tu objetivo también puede ser simplemente entender mejor el comportamiento de algunos personajes de tu novela o averiguar cómo se resuelve el problema principal de la historia.
Establece tu objetivo, cierra los ojos e imagina que lo has conseguido.
Lo más importante de tu visión como novelista es que sonrías cuando pienses en ella.
Una visión motivante es cualquiera que, al imaginarla, te haga feliz. Así, cada vez que te sientas de bajón, podrás recordarla y llenarte de energía.
Pero recuerda: la emoción por sí sola no es suficiente. Te puede ayudar a empezar a escribir una novela, pero para adquirir y mantener el hábito también necesitas disciplina.
Disciplina: ¿Cuándo vas a escribir tu novela?
Seamos realistas.
Una novela no se escribe de la noche a la mañana.
Requiere tiempo, esfuerzo y sacrificio. Disciplina.
Si quieres adquirir el hábito de la escritura, te recomendamos que sigas estos dos consejos:
Establece un horario para escribir
Es mejor escribir solo durante 30 minutos cada día que 3 horas un solo día a la semana.
La razón es simple: estarás viviendo la historia de tu novela de manera más frecuente y no perderás el hilo, por lo que todo lo que escribas será más congruente.
Puedes hacerlo a primera hora de la mañana, justo antes de irte a dormir o en cualquier otro momento del día. Pero procura que sea siempre a la misma hora.
Es un poco como si estuvieras viendo una serie. Solo que en este caso, eres tú quien crea el guión mientras escribes.
Habrá días en los que no tendrás ganas de empezar a escribir. Por eso tener un hábito es tan importante para hacer una novela.
Una vez te acostumbras a sentarte, escribir y concentrarte en las experiencias de tus personajes, puedes volver a un estado de emoción, a volver a meterte de lleno en la historia y vivirla.
La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.
Pablo Picasso
En este aspecto, podríamos decir que las ganas de escribir no nacen, se hacen.
Prepara el entorno
Imagina que vas a nadar de buena mañana y puedes elegir entre dos piscinas: una que está climatizada y un poco calentita, y otra que te da frío solo de mirarla.
¿En cuál te meterías? Seguramente en la que está climatizada porque es más cómoda y fácil.
Ahora imagínate que te despiertas otra mañana y ves que el teclado de tu ordenador tiene una libreta encima y que la pantalla no está conectada a la corriente. Y que, cuando consigues encender el ordenador, tienes 30 ventanas abiertas.
Vamos, que han pasado 10 minutos desde que querías ponerte a escribir y ni siquiera has abierto el documento.
Tener el ambiente adecuado para escribir una novela es mucho más importante de lo que parece. Te ayuda a que adquirir el hábito sea más fácil, a disfrutar de sesiones de escritura más largas y a aprovechar mejor el tiempo.
Haz tus sesiones en un ambiente relajado y cómodo, y deja el ordenador listo para que puedas empezar a escribir rápidamente cada día.
Este lugar puede ser una habitación de tu casa, la biblioteca, alguna cafetería, etcétera.
Habilidad: ¿Cómo vas a escribir tu novela?
Básicamente hay dos maneras de escribir una novela:
- Planificando la historia
- Improvisando sobre la marcha
¿Qué método es mejor?
En mi opinión, los dos juntos.
Pienso que hay que tener una estructura que sirva como guía, tener una línea de sucesos coherente y establecer una estrategia de emociones.
Pero también es crucial ser capaz de improvisar en cada escena. A veces los momentos más apasionantes vienen de repente y, por mucho que tengas una meta u objetivo, el camino para llegar a él puede cambiar.
Además, si te pasas todo el rato planificando, puedes caer en el riesgo de la inactividad y no escribir absolutamente nada.
Y si te pasas todo el rato escribiendo sin planificar, la historia será un lío. Sobre todo si no tienes práctica y no tienes un estilo definido.
Pasos para escribir una novela
Dicen que a escribir se aprende escribiendo.
Y sí, eso es cierto. Pero para escribir una novela no es suficiente.
Además de la técnica de escritura en sí, también tienes que saber sobre qué escribes, para quién y cómo organizar el texto para que el impacto de la lectura sea el adecuado.
Esta es la guía fundamental que te recomendamos seguir sobre cómo escribir una novela:
Escribe la idea de tu historia
Define una idea con una tensión narrativa que te emocione. Tienes que sentir curiosidad sobre qué va a ocurrir en la historia y/o por qué los personajes están envueltos en algún conflicto.
Especifica el tipo o género de la novela
¿Quieres escribir una novela de fantasía? ¿Prefieres que sea policíaca? ¿O erótica? Hay muchos tipos diferentes de novela, y es posible que ni te hayas planteado qué género prefieres. Pero es muy aconsejable que pienses en ello. Te ayudará a salir de dudas a medida que desarrolles los detalles de la historia, a elegir tipo de escenas y a concretar características de los personajes.
Define el perfil de tus lectores
Escribir para uno mismo está bien. Puedes pasártelo genial mientras te expresas y creas experiencias literarias. Pero la magia de la escritura es todavía más efectiva cuando se comparte con otra persona. No puedes pretender que tu novela le guste a todo el mundo, pero sí puedes conseguir que a un grupo reducido de personas no solo le guste, sino que le encante. Escribir para una joven de 16 años que va al instituto es muy diferente a escribir para un hombre de 50 que se dedica a comprar y vender edificios. Elabora un perfil sobre cómo es la persona ideal que quieres que lea tu novela y piensa sobre qué le podría hacer disfrutar al máximo de la historia. Tus expectativas serán más asequibles y la narración tendrá un estilo más claro y directo.
Crea los personajes
Los personajes son los ingredientes más importante de una novela. Sin ellos, no hay historia. Por eso es importante que, antes de escribir tu novela, dediques tiempo y energía en construir personajes únicos, con una personalidad bien distinguida, que tengan una función específica en la historia.
Establece el contexto
Imagina que lees una novela histórica basada en una sociedad española de hace 200 años, y de repente uno de los personajes saca un iPhone del bolsillo. ¿Cómo te sentirías? Es posible que sueltes una carcajada, pero sobre todo nos sentiríamos engañados y dejaríamos de leerlo. La verosimilitud literaria es vital para una novela. Establecer el contexto, los lugares donde sucede la historia y el tiempo en que se desarrolla te ayudará no solo a construir una novela natural y convincente, sino que además te facilitará mucho la toma de decisiones mientras escribes.
Esquematiza la historia
Escribe ideas aleatorias sobre cómo quieres organizar diferentes escenas de tu historia. Cuando hagas la lluvia de ideas, procura conectarlas y darle un sentido común a todo ese caos. No hace falta que sepas cómo va a ser el final, pero sí que tengas diferentes momentos clave de manera ordenada para que puedas seguir una línea de sucesos coherente.
Organiza los capítulos
Una vez tienes una idea más clara sobre cómo va a ser la estructura de la historia, es muy recomendable dividir cada capítulo en diferentes escenas. Cuanto más organices cada capítulo, más fácil te será escribirlo desde el principio hasta el fin.
Escribe una escena entera
Lánzate a la aventura de escribir una escena completa donde trates los detalles del entorno, las características de los personajes y el desarrollo de lo que ocurre en esa parte específica de la novela. Lo importante es que empieces a coger confianza con tu manera de escribir, que te sumerjas en la historia y que sientas que tu novela está cada vez un poco más completa.
Revisa tu texto
Cuando termines una sesión de escritura, es aconsejable que analices cómo está escrito el texto, que lo corrijas y lo optimices. Intenta que cada frase sea lo más clara y concisa posible. Este paso también te será muy útil para ir moldeando tu estilo de escritura y ser consciente de la voz narrativa de cada uno de tus personajes.
Escribe y revisa cada capítulo
Procura que cada sesión de escritura y revisión te ser mejor novelista. Haz que cada capítulo te haga sentir algo y comprueba que toda la historia en su conjunto esté bien organizada, escrita y presentada.
Encuentra valoraciones honestas
Antes de publicar tu novela, es crucial que la compartas con otras personas para que la lean y te den su opinión honesta. Es lo que se conoce como lectores beta o de prueba. También deberías contratar los servicios de alguna persona que se dedique a la lectura profesional. Este paso te permitirá tomarte un buen respiro y desconectar de tu novela por un tiempo.
Optimiza el texto
Cuando recibas valoraciones y vuelvas a trabajar en el texto, lo verás con otra perspectiva. Habrá escenas, párrafos y palabras que antes te parecían espectaculares, pero que mirándolo desde un punto de vista más realista creerás que es mejor modificarlos o eliminarlos. He empezado este artículo diciendo que escribir una novela requiere emoción, y es cierto, pero a veces la pasión nos impide razonar correctamente. Por eso en este paso tendrás dudas sobre si deberías mantener algo o no. Aquí es donde tienes que tener en mente cómo es tu lector ideal. Pregúntate si la parte de tu obra es imprescindible para el disfrute de esa persona. Si no lo es, elimínalo. Y si es necesario que la incluyas, ¿está escrito de la manera más clara y concisa posible? Si la respuesta es «no», modifícalo.
Publica tu obra
¡Por fin! Cuántas cosas tenemos que hacer antes de llegar hasta aquí, ¿eh? Es posible que tengas varios momentos de desesperación. De perderte en tu propia historia, de no saber si lo estás haciendo bien, de tener incluso miedo por no saber qué pensarán las personas que van a leer tu obra literaria. Bueno, todo eso es parte del proceso. Básicamente hay dos maneras de publicar un libro: a través de una editorial o autopublicándose. De cualquier modo, es una experiencia mágica. Pero el efecto del hechizo depende de lo bien que lo hayas preparado en los pasos anteriores.
Recomendaciones finales
Antes de terminar este artículo, quiero darte unos consejos que puedes aplicar para que cada día te sientas mejor novelista:
Lee como un novelista
Si quieres ser escritor, debes hacer dos cosas por encima de todo: leer mucho y escribir mucho.
Stephen King
Es importante que leas otras novelas y sobre todo que analices cómo están escritas.
Presta especial atención a los momentos que te emocionan y piensa por qué el autor o la autora ha elegido esas palabras o estructura narrativa.
Después, adapta esas sensaciones a tu estilo literario con tus propios textos. Si, por ejemplo, has sentido miedo leyendo una novela de Stephen King, intenta sentir miedo escribiendo tu propio texto también.
Analiza el guión de series, películas y videojuegos
¿Cómo empieza la última película que has visto?
¿Crees que es un comienzo adecuado? ¿Por qué?
Hay muchas maneras de jugar con diferentes partes de un guión y de jugar con la tensión. Puedes sacar provecho del modo en que se construyen las historias y experimentar con distintas estructuras en cada capítulo de tu novela.
Socializa y conoce a gente nueva
No olvides que los personajes son los pilares más importantes de una novela. Y para hacer personajes verosímiles, deben tener rasgos muy humanos.
La mejor manera de crear personajes reales es conociendo personas en detalle. Eso te permitirá hacer descripciones más precisas e interesantes.
No te rindas
Confía en ti. No desistas.
El viaje de escribir una novela tiene muchos beneficios. Es un antes y un después. Puede ser duro, pero vale la pena.
Disfrutarás mucho de tus propias sesiones de escritura y aprenderás tantas cosas que ni te lo puedes imaginar. Tanto de psicología como de cualquier tema que incluyas en tu historia.
Y, cuando la acabes, cualquier mensaje de tus lectores te alegrará el día.
Empieza ya
Haz cualquier cosa hoy que te haga avanzar.
En serio, escribe tu idea de novela, define tu visión motivante como novelista o crea algún personaje.
Si no tienes tiempo, también puedes establecer tu horario de escritura. Apúntalo en una agenda o en el calendario.
Así, cuando te vayas a dormir, habrás progresado un poquito más en el desarrollo de tu novela.
Feliz escritura 🙂